23 dic 2009

Valoración fisiológica del tenista: test específicos

Esta entrada reproduce los contenidos iniciales del capítulo "Valoración fisiológica del tenista: test específicos", del libro "VI Curso de medicina y traumatología del deporte: Tenis" cuyos coordinadores son Fernándo Jiménez Díaz y Arturo Caballero Carmona, editorial Junta de Comunidades de Castilla la Mancha ISBN: 978-84-612-8361-3. Como coautor del capítulo, reproduzco en esta entrada una versión "beta" de la primera parte en la que se abordan los apartados: Perfil fisiológico del tenista; y Perfil antropométrico del tenista. El capítulo se construye como una revisión y reflexión sobre los datos, la capacidad, y las propuestas para valorar los aspectos condicionales del tenista dentro de los trabajos publicados en la literatura. Para los interesados en todo el contenido, y evito así  una entrada muy extensa, podéis pedir dicho capítulo contactando por aquí. Espero que resulte interesante:

Valoración fisiológica del tenista: test específicos 
Dr. José Gerardo Villa Vicente - Dr. José Antonio Rodríguez Marroyo
D. Rubén Calvo Téllez - D. Guillermo Gutiérrez García

Paradójicamente con la amplia extensión y práctica del tenis, no son muchos los trabajos que abordan los aspectos fisiológicos que el jugador de tenis demanda en su actividad deportiva. Y de los trabajos más relevantes que los analiza, es de destacar la alta participación de autores españoles que están vinculados a la Real Federación Española de Tenis (RFET), Federación Internacional de Tenis (ITF), CAR de Barcelona o a diferentes Universidades.

1.-Aptitudes físicas del tenista 
A la hora de valorar el perfil funcional de los tenistas, necesario para mejorar su entrenamiento y rendimiento, así como para seleccionar a los mismos, es necesario conocer aquellas aptitudes físicas que influyen o son determinantes en la ejecución o rendimiento del tenista. (Figura 1).


Figura 1.-Aptitudes físicas para la ejecución del tenis (Kovacs, 2007)


2.-Perfil fisiológico del tenista
Kovacs (2007) deja claro que el tenis se caracteriza por una actividad anaeróbica predominante que requiere, a su vez, altos niveles de condición aeróbica para evitar la fatiga y ayudar a la recuperación entre los puntos. Este mismo autor, en el año 2006, a través de pruebas de esfuerzo, refiere consumos máximos de oxígeno (VO2max) de 60ml/Kg/min, los cuales en principio no parecen ser altos. También Fernández y cols (2006), mediante analizadores de gases portátiles portados en simulaciones de partidos establecen que un partido de tenis se disputa con intensidades cercanas al 70% del VO2max.



Figura 2.-VO2máx en tenistas en condiciones de laboratorio y en la propia pista (Fernández y cols, 2006).

Referida la intensidad de esfuerzo como frecuencia cardiaca media (FCmed) y máxima (FCmax) de un partido de tenis, en la literatura se ha descrito que se disputan a una media 150 pulsaciones por minuto (ppm) y alcanzan FCmáx de 190-200 ppm, si bien se han descrito con variaciones de las mismas dependientes de factores como: la superficie de la pista, las condiciones ambientales, la deshidratación o estrés térmico, la situación de juego (sacando/restando) o si el partido es de individual o dobles (Kovacs, 2007). Factores todos ellos a tener en cuenta a la hora de analizar los resultados. No obstante la media de la mayoría de estos estudios viene a establecer que se compite a un 80% de la FCmáx.

Por otro lado, al observar la concentración de lactato en sangre en los tenistas tras un partido, ésta suele ser baja, del orden de 3-4 mmol/l (siendo éste el valor más alta descrito por Fernández y cols, 2006). A medida que los estudios van avanzando cronológicamente, se observan valores en los que la intensidad parece ser un poco más alta, si bien, con percepciones de esfuerzo en la escala de Borg de 12 ó 13 (Fernández y cols., 2006), lo que significa que perciben es esfuerzo como poco duro (Figura 3). Lo más probable es que si alguien que ha jugado un partido de tenis percibe el esfuerzo como que no es muy duro, es que o bien estará muy bien preparado físicamente o, que en realidad, no es tan alta la intensidad de juego.
Otros análisis vienen a confirmar que el entrenamiento y la intensidad de esfuerzo es cada vez mayor habida cuenta de que, atendiendo a un orden cronológico en los estudios realizados (Figura 3), la duración de los puntos en un partido de tenis son cada vez son más cortos (8-10 segundos). Como consecuencia de esto, según los datos presentados por Fernández y cols. (2006), el dinamismo es mucho mayor y el tiempo efectivo de juego se encuentra en un 20% (rango del 16.4 al 27.9), con un ratio de trabajo-descanso de 1:2 aproximadamente (rango 1:1.7 y 1:2,6). Por lo tanto, los tenistas de competición necesitan una mezcla de habilidades anaeróbicas tales como la velocidad, agilidad y potencia, combinadas con una alta capacidad aeróbica de base que le permita realizar un esfuerzo intermitente, recuperando en las interrupciones. Es el efecto acumulativo de los repetidos esfuerzos de alta intensidad a lo largo del partido o torneo lo que altera el equilibrio homeostático e impone limitaciones al rendimiento.


Figura 3.- Duración media de un punto en diferentes investigaciones referenciadas por orden cronológico (Kovacs, 2006)

En definitiva el Tenis es un deporte intermitente donde se alternan periodos de alta intensidad (de 4 a 10 seg) y periodos de recuperación cortos (de 10 a 20 seg), interrumpidos por periodos de mayor duración (de 60 a 90 seg). Por lo general, la duración media de los periodos de trabajo y descanso durante un partido es de 5 a 10 seg y, de 10 a 16 seg, respectivamente, con una relación trabajo-descanso de 1:2.


3.-Perfil antropométrico del tenista
Pero la Fuerza que genera un tenista en el hombro y brazo son el resultado de una cadena cinética que se origina en los pies, sube por las piernas, llega al tronco, pasa la hombro y brazo y, por último, se descarga en el golpeo de la bola en la raqueta. Gracias a esta cadena cinética son posibles saques o servicios a 210 Km/h, así como restos y golpes de fondo de 100-150 Km/h. En ello no hay que olvidar que la antropometría de los mismos puede jugar un papel relevante.
No obstante son pocos los estudios antropométricos con tenistas de profesionales y/o de élite. Recientemente se ha publicado un estudio antropométricos por Sánchez-Muñoz y cols. (2007) realziado con jugadores de elite junior, y nos muestra que éstos presentan un somatotipo inmensamente grande, disperso y heterógeneo, tanto en hombres como en mujeres. Lo esperado sería que estos datos antropotrométricos fueran más homogéneos y estuvieran más focalizados ya que, se supone, son los futuros profesionales. De hecho, cuando se comparan, dentro de una muestra de 57 jugadores de tenis junior máculino y 66 femenino, con los 12 mejores de su ranking junior, no se obtienen diferencias significativas, con lo cual, según estos datos, antropometricamente da igual ser el mejor o no, tanto en hombres como en mujeres. De hecho en este estudio se establecen unos percentiles en las variables antropométricas para su categoría y género.


Figura 4.-Percentiles de parámetros antropométricos en los mejores tenistas Juniors de élite (Sánchez-Muñoz y cols., 2007).


Antropométricamente llama la atención que cuando se comparan estos resultados con lo demás publicados en la literatura, el porcentaje de grasa en puestos del ranking nacional en mujeres es del orden de un 20% y del 11% en varones (aunque hay trabajos que refieren un 8%). En cuanto al somatotipo, valores tanto de la selección nacional: 2,9-4,0-3,3 (Solanellas y cols., 1996), como de 5 tenistas aragoneses entre los puestos 50 y 100 del ranking nacional (2,71-4,64-2,62), muestran un somatotipo del tenista claramente mesomórfico. Otros estudios encuentran valores de 5 en el componente mesomórfico, por lo que, antropométricamente todavía hay que aportar bastante, quizás porque la mayor parte de los estudios están realizados con jugadores junior o con profesionales que todavía no están consagrados dentro de la élite mundial.

3 comentarios:

jkn87 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jkn87 dijo...

bien, bien, bien y bien! no me lo he leído porque estoy enfrascao en los trabajos del máster de madrid del COE, pero como buen amante de las mujeres y enfermizo de las ciencias del deporte que eres, te auguro un futuro grado de "Dr." y unas cuantas y jugosas beca de investigación en los próximos años!
sigue así guille, realmente eres un amante, obseso, trabajador y conocedor de las ciencias del deporte. ¡TU BLOG TE AVALA!

Unknown dijo...

El capitulo está muy interesante. Cómo puedo conseguirlo completo? Me es muy útil para fines académicos y experimentales.

Muchas gracias.